Cuando Metis, encarnación de la
Prudencia, queda embarazada de Zeus, Gea y Urano le vaticinan al
enamoradizo dios:
-Tras
la hija que vas a tener con Metis, vendrá un hijo que te destronará
al igual que tú hiciste con tu padre y éste con tu abuelo.
Temeroso Zeus de que aquello
pudiera realizarse, se tragó a su esposa sin más. Un día,
aquejado por un terrible dolor de cabeza, sin saber qué hacer para
tratar de quitárselo, suplicó a su hijo Hefaistos que le diese un
hachazo en la frente. Al hacerlo quedó perplejo al ver brotar de la
cabeza del señor del Olimpo una hermosa joven, cubierta de armadura
guerrera, con el casco, la lanza y la égida, y cantando himnos
bélicos: era Palas Atenea, la diosa de la Sabiduría, de la guerra,
y del amparo de artistas.